A lo largo de mi carrera, he notado tres conceptos que a la gente le cuesta diferenciar, la actividad, el ejercicio y el deporte.
Por eso veo dedicarle unas líneas. La actividad es lo que hacemos día a día. Desde andar al trabajo o a la compra hasta limpiar la casas. Es muy importante mantenernos activos, pero no va a ser suficiente si queremos conseguir un cambio.
Por otro lado tenemos el ejercicio físico, bien estructurado y controlado. Si se realiza a una alta intensidad y en la cantidad adecuada, llegará a generar un cambio a nivel fisiológico.
En último lugar, pero no por ello menos importante, está el deporte. ¿Quién no conoce el deporte? Futbol, baloncesto, ciclismo... Es deporte es cualquier actividad que está federada y reglamentada. Puede mejorar nuestra condición física, pero no es sinónimo de salud. Como ocurre con los deportistas de élite, que llevan su cuerpo al extremo.